Estos son tiempos difíciles y sabemos que el estrés, la ansiedad y la depresión, son también enemigos peligrosos con los que muchos estarán luchando, en estos momentos de crisis.

¿Cómo hacerle frente? ¿Cual es la medicina para estos enemigos?

La clave es la misma que están diciendo a nivel global para el COVID19: En ambos casos usted y yo somos los portadores y somos los que podemos neutralizar y hacer algo para que estas enfermedades no causen estragos en nuestra salud física, mental y emocional.

¿Cuál es la recomendación? Quédese en Casa… funciona igual para el estrés, la ansiedad y la depresión, solo que en un plano introspectivo:

Usted y yo debemos adentrarnos a nuestra “Casa Interna”, redescubrirla, porque para muchos es un lugar olvidado, al que poco prestábamos atención por el día a día, el ajetreo, la prisa con la que vivíamos. Los múltiples planes, nuestra necesidad de control, de mantenernos ocupados nos hacían obviar lo esencial: nuestra conexión con nuestros pensamientos, sentimientos y actitudes.

Hoy las distracciones se han ido, y para muchos ese “Quedarse en Casa”, ese viaje de introspección y lidiar con los pensamientos recurrentes de miedo, enojo, tristeza, ansiedad se ha convertido en un terreno inhóspito, en donde nos enfrentamos a una realidad que siempre estuvo ahí, pero que habíamos aprendido a silenciar.

Haga que ese viaje interno sea totalmente honesto, para que pueda descubrir cuales son los pensamientos que dominan su día a día y una vez identificados entonces hágase la pregunta si ese pensamiento, ¿es beneficioso o destructivo? para que pueda trabajar en suprimirlo, ocupando su mente en algún otro pensamiento que le aporte serenidad y alegría. Identifique un solo pensamiento y trate de suprimirlo y sustituirlo por otro, por ejemplo:

“Esta es una crisis terrible, que traerá consecuencias devastadoras”

Usted y yo NO controlamos el futuro, NO sabemos y aunque el panorama resulte sombrío… Si usted y YO estamos aquí AHORA es porque estamos capacitados para salir adelante, tenemos frente a nosotros la oportunidad de CAMBIAR y convertirnos en personas que inspiren y motiven a salir adelante.

Haga que ese “QUEDARSE EN CASA”, valga la pena, que en este tiempo de aislamiento usted pueda reconocer sus debilidades, ansiedades y temores para transformarlos en lo mejor que usted tiene para Dar.

Propóngase hacer que este viaje de autodescubrimiento, sea el renacimiento de una nueva y mejor persona.

Es cierto, hoy estamos en otras circunstancias muy adversas y estresantes, situaciones de las que no tenemos control, pero también tenemos frente a nosotros la enorme OPORTUNIDAD DE CAMBIAR.

De decirle adiós a nuestra necesidad de CONTROLAR todo y empezar a confiar un poco más en qué cada situación y crisis traen consigo un equilibrio y una enseñanza a través de la cual podemos crecer y renacer.

De RENUNCIAR al egoísmo excesivo que había devorado nuestra capacidad para conectarnos con los demás, de ser empáticos con el sufrimiento y la necesidad.

De empezar a DAR y darnos, entendiendo que el amor, la bondad y la solidaridad son medicinales, que calman el ánimo y son capaces de infundir esperanza, tal y como lo hemos visto en las imágenes de personas apoyando con un aplauso a los médicos, compartiendo alimento o asumiendo un rol de acción para hacer la diferencia.

De AGRADECER por las pequeñas cosas que antes dábamos por sentado y que hoy vemos como grandes regalos.

Hoy de manera forzosa nos enfrentamos al giro vertiginoso y sin aviso que ha dado el mundo alrededor, aprovechemos ese cambio para renovar nuestra mente, pensamientos y emociones hacia la mejor versión de nosotros mismos.

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